dimecres, 15 de juliol del 2009

Comentarios a: "La democràcia popular com a instrument i com a fí de la constitució de classe"


Sigue el debate sobre lo discutido en la pasada asamblea de Espai Marx. El artículo de Joan Tafalla
"La democràcia popular com a instrument i com a fí de la constitució de classe" publicado en la web de Espai Marx : http://www.moviments.net/espaimarx/?lang=cat&query=69d658d0b2859e32cd4dc3b970c8496c&view=section

ha merecido dos interesantes comentarios de Joaquín Miras y de Alejandro Andreassi. Se publican a continuación:

Comentario nº 1.
Autotransformándose como consecuencia de la práctica.
Joaquin Miras

Completamente de acuerdo con el texto. Tanto con la propuesta de hacer como con la forma de analizar y ajustar cuentas con nuestra historia: para conseguir volver a levantar cabeza. No hay atajos. Creo que la idea afirmada al final esto es, que la imitación del modelo capitalista está en la raíz de nuestra derrota es muy importante. Hemos visto fracasar multitud de movimientos de lucha. El otro día sin ir más lejos leía en la prensa que la patria de Amilcar Cabral era un miniestado actualmente gobernado por la mafia de la droga...


Muchas de estas derrotas han sobrevenido por la intervención del capitalismo, por laintervención de las grandescorporaciones y por los golpes militares. Pero, a parte de eso, lo que han tenido en común todas esas diversas experiencias era el querer imponer el desarrollismo económico según el modelo capitalista de acumulación, etc. Los mismos esquemas de desarrollo social y económico. El Homo oeconomicus. El oprimir a unos para acelerar el desarrollo y el poner esos recursos en manos de otros…


Las experiencias locales, las experiencias de autoorganización. Desde los estados mayores se desprecia siempre la verdadera gran transformación que constantemente se opera en la “realidad”, esdecir en elinterior delas persoans: la del individuo que se incorpora a una actividad. Esa actividad que es la que genera, de un lado, movimiento, el movimiento, y que como es la actividad de los iguales, genera el movimiento de la democracia, de los individuos soberanos. Que desarrolla la libertad, porque la libertad no es un estado sino tarea, un hacer libremente elegido. Ese hacer, así visto desde fuera es todavía más, porque transforma al individuo en su interior: nuevas habilidades, nuevas confianzas, nuevas imaginaciones sobre las nuevas posibilidades. Tenemos una tremenda falta de reflexión sobre la actividad y sobre las consecuencias que tiene hacia “atrás”: en la objetivación nueva que construye dentro del que actúa. Solo nos fijamos en las consecuencias de la actividad: un coche, un poema o cualquier otra cosa, en lugar de fijarnos en el cómo es la actividad, cómo se hace la actividad que incorpora a la gente y la desarrolla. Esa actividad transforma las costumbres, los haceres, y las formas de hacer – ya no espera, simplemente, instrucciones como en su trabajo -; esa actividad es por tanto en sí, la reforma de los hábitos, de las “mores”, la Reforma Moral de Gramsci.


Para acabar, y ya fuera de esquema en cierta manera. Es fácil percibir, cuando se lee a Vigotski, que Vigotsk, que Leontiev temáticas como desarrollo próximo, diálogo interior, lenguaje como potenciador de ese diálogo y de la imaginación, consciencia dialógica etc como motor de la actividad, sique desarrollada a su vez con lo que se aprende en el proceso de la ejecución de la acción, que es implanificable siempre por completo, y de los resultados obtenidos de la acción; emergencias internas nuevas de facultades reales. Esa estudiada automatización de saberes antes aprendidos uno a uno, que se integran en un esquema y que permiten al individuo dedicarse a otras actividades, o sea elegir nuevos fines y resolver los problemas o obstáculos que existen para alcanzarlos, gracias a todas las habilidades aprendidas… esto es el concepto Vigotski- Leontiev…retraducido del hegeliano de “universalidad”, pero ya adelanté mi propia argumentación.

“Completaban” a Gramsci, y que ambos –o los tres -cuadraban con un determinado Marx, el praxeológico… Bueno el sujeto es resultado de la actividad, no solo el mundo objetivo producido, también el sujeto es una objetivación consecuente de la actividad, del tipo determinado de actividad elegida y ejecutada…pues eso es el por qué estoy en los idealistas. Me he encontrado con que es Fichte el que acuña lo de “el Reino de la libertad”, y lo vincula a la praxis…y estos sujetos están empeñados en analizar en sí misma la praxis, como generadora desubjetividades….Todos estos nombres que he citado están en la estela del idealismo, que vincula el sujeto a la realidad y ambos son consecuencia de la praxis que desarrolla el sujeto (de cada tipo distinto de praxis)…todo esto es muy caricaturesco así expresado, pero esta es la teoría antropológica del por que es fundamental microfundamentar la acción y que podamos intervenir democráticamente todos: puede ser desmesurado –aparentemente- vincular experiencias locales y toda esta estela de pensadores, pero así es.


Si se cree en esto, y así ocurría con Gramsci, entonces lo que se busca, como fin primordial en sí es la transformación del sujeto mediante la praxis –y de millones y millones de sujetos, activos utilizando las posibilidades legales las sociedad civil- y entonces, el fin que repropone no es otro que la reforma moral e intelectual… pero eso suena a ñoño: donde se ponga una buena socialización de la banca… Pero en Gramsci ha de ser ese sujeto en autotransformación por sí mismo, a causa de su propia actividad, el que llegue gracias a su desarrollo llegue a considerar que ese objetivo es necesario para seguir su autodesarrollo y por tanto llegue a autoproponerse ese u otro objetivo, como medio de su seguir autotransformándose como consecuencia de su practica, ha de verlo como un paso en su desarrollo como movimiento que junta a personas para la acción y que como lo hace de forma democrática desarrolla sus capacidades …

….pues, bueno: los individuos que se ponen en condiciones de reapropiarse de las facultades desarrolladas a espaldas de sí mismos, y lo hacen organizándose en sujeto... esto sí es Marx…


Un abrazo


Joaquin


Comentario nº 2

"Detenerse y escuchar lo que quienes le rodean dicen, tratando de comprender lo que piensan y por qué piensan de esa manera"

Alejandro Andreassi


Querido Joan:

Perdona el retraso en responder a tu pedido de opiniones, pero sólo puedo manifestar que tu texto es excelente, una reflexión que aporta valiosas sugerencias y apunta críticamente a la eterna repetición de actitudes políticas, y no sólo consignas, de la izquierda de la izquierda que se parecen cada vez más a esas manifestaciones rituales que ya no basan su eficacia en su contenido, en su correlación con la realidad, (en realidad su memoria se ha perdido tanto que ya quienes las profieren ni siquiera recuerdan que correspondían a otra etapa histórica), sino en su repetición como si la misma fuera capaz de forma sobrenatural de provocar el resultado que se busca, como por ejemplo pensar que los 23.000 o 26.000 votos (no recuerdo ahora cual de las dos cifras es la exacta) "son una base forme para avanzar en el proceso transformador" que esa "vanguardia" que tú tan bien caracterizas, pretende dirigir y liderar. Tu reclamo de la paciencia , del trabajo cotidiano, del largo camino por el desierto, no es simplemente una adaptación a la coyuntura de derrota cultural en la que vive la izquierda, por otra parte legítima si fuera sólo por eso, sino de descartar atajos que como mucho pueden producir espejismo pero no desarrollos reales, y por sobre todo tu propuesta de recuperación de la importancia de la autoorganización, de ejercicio real de la libertad por cada uno y por todos como precondición del autodesarrollo al que como seres humanos tenemos derecho (natural y adquirido); y que tendría que haber sido el rasgo de la actividad política incluso cuando la derrota cultural todavía no se había producido, al fin y al cabo una de las frases, para mí, más significativas de El Manifiesto, es la que aparece al final del capítulo II, cuando afirma que lo que sustituirá a la sociedad burguesa será “… una asociación en la que el libre desarrollo de cada uno será la condición para el libre desarrollo de los demás”, (fijarse que si se invirtieran los términos de la frase cambiaría totalmente su significado) o sea que la realización del individualismo es fundamental entendida como capacidad de autorrealización, siempre y cuando el objetivo de su realización sea el de contribuir a la libertad de los otros, algo que podríamos denominar como “individualismo solidario”, o como dice Etienne Balibar “ega-liberté”. Ya sé que alguno puede pensar que un enfoque que defiende la construcción de un movimiento genuinamente democrático para todas las circunstancias, independientemente de las características específicas de cada coyuntura, puede ser tachado de idealista y anacrónico; pero sin embargo, tu muy oportuna cita de Lenin afirmando que no hay democracia sin socialismo ni socialismo sin democracia, demuestra que esas exigencias para el movimiento emancipatorio no corresponden estrictamente a una sola época, la nuestra con su gran derrota cultural a cuestas. Por lo tanto, permíteme que considere que esos rasgos que tú tan bien defines, lejos de ser transhistóricos, son rasgos por derecho propio del movimiento emancipador en tanto están en sus orígenes, en su desarrollo –incluso en los buenos tiempos de los partidos comunistas de masas- (y si no ahí están las reflexiones de Passolini) pero también se inscriben en su futuro (y cuando pienso en la relación entre pasado y futuro siempre me viene a la cabeza Walter Benjamin y sus tesis sobre la filosofía de la Historia, especialmente la 6ª, la 9ª y la 13ª en las que reivindica básicamente que la única forma de avanzar es siempre mirando hacia atrás, entre lo que incluyo tu exigencia de que lo que caracteriza al revolucionario es la de detenerse y escuchar lo que quienes le rodean dicen, tratando de comprender lo que piensan y por qué piensan de esa manera, reconociendo no sólo su praxis sino las ideas que son producto de su reflexión sobre la misma, por lo tanto de su experiencia, no sólo actual sino pasada. También muy oportuna tu evocación del pasado prácticamente inmediato y de los peligros que acechan a los intentos de emancipación, de que no existe ningún capítulo cerrado sobre la posibilidad de una vuelta a las prácticas brutales y bárbaras con que el capitalismo quiso impedir en otras épocas el avance popular, basta recordar Honduras hoy en día.

También me han gustado mucho las reflexiones de Joaquín sobre tu texto, y especialmente –tal vez porque es una cuestión que más de una vez hemos comentado- sobre la importancia de la imitación del capitalismo entre los elementos fundamentales de la derrota, porque no basta con socializar los medios de producción sino somos capaces de decidir entre todos, sin excepción, no sólo qué producimos, sino para qué, cómo e incluso si –una vez solucionadas las necesidades esenciales definidas y decididas entre todos- es necesario poner la producción (o el crecimiento material) en el centro de las preocupaciones del ágora.

Un abrazo
Alejandro



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